martes, 15 de marzo de 2011

A sacar el pie del acelerador...


Desde principios de año, mi psicóloga me dijo que necesito "bajar un cambio", sacar el pie del acelerador...
Muchísimas investigaciones permiten afirmar que la mente y el cuerpo se relacionan de manera estrecha, por lo que, según como se encuentre emocionalmente un individuo, su organismo reaccionará en consecuencia: ante emociones perturbadoras (preocupaciones, broncas, temores, ansiedad, frustración, etc) el cuerpo produce una serie de sustancias químicas responsables de desencadenar enfermadades.
Es indiscutible la relación que exise entre determinadas emociones con la hipertensión, las enfermedades cardíacas, la obesidad, la depresión, el cansancio prolongado, las alergias y diversos trastornos del sistema inmunológicos.
Todas las emociones negativas y persistentes, sin excepción, generan reacciones químicas en el organismo y cada cuerpo tiene su propio talón de Aquiles, que es por donde se expresará la enfermedad.
Por ejemplo, cuando una persona está estresada, su cerebro responde con una secuencia de liberación de hormonas que se inicia en el cerebro y termina en la glándula suprarrenal que descarga una excesiva cantidad de adrenalina. Lo mismo sucede en los llamados nervios simpáticos (ubicados en todo el organismo) quienes al unísono también liberan adrenalina por lo cual, el corazón se acelera, la presión arterial aumenta, se irrita el colon, se altera el sueño, duele la cabeza, se instala la ansiedad junto con otras diversas reacciones corporales.
La adrenalina tiene también la capacidad de producir una sensación de bienestar y euforia: una gran energía recorre la sanfre, no necesitan dormir, sienten poco cansancio, etc.
En realidad, es similar al efecto de una droga estimulante, razón que determina que muchos individuos se vuelvan "adictos" a la adrenalina, por lo cual no pueden parar de hacer cosas y relajarse...El problema es que mucha adrenalina durante mucho tiempo, mata.


Jamás me hubiera considerado una "adicta" a la adrenalina...pero al ver que, realmente, mi comportamiento de los últimos años, encaja casi perfectamente con toda esta descripción...estoy buscando la manera de encontrar el equilibrio.


Así que ahora me toca buscar en mi corazón...elegir qué hacer y que no, especialmente aprender a decir NO, y encontrar espacios para relajarme...
TODO UN DESAFÍO, no?

2 comentarios:

Genín dijo...

Si, todo un desafío, si...
Yo también lo tengo...
Supongo que mucha gente...
Haremos lo que podamos.
Salud y besitos

Vicky dijo...

Mi problema es que al pasar todo el día a 120, a la noche no puedo bajar un cambio y dormir bien. Tengo que aprender cuando ponerme pilas y cuando relajar.